


El Sello Verde es una certificación obligatoria en Chile para todas las instalaciones de gas, garantizando el cumplimiento de los estándares de seguridad exigidos por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
Toda instalación debe ser inspeccionada por un técnico autorizado para detectar fugas o riesgos que comprometan la seguridad. Sin el Sello Verde, una instalación puede ser sancionada o incluso clausurada hasta cumplir con la normativa.